Un día de oficina en otra oficina, donde eres la acompañante y no la responsable, es divertido ver cómo trabajan pero tanto silencio es abrumador congela mi espíritu tanta quietud olor a polvo y libros el sonido de las teclas cuando están digitando. Papeles volando por el ventilador. Y finalmente un teléfono suena. Mientras todos laboran mi ser se congela en el tiempo como si los segundos no pasarán.
Creo que se puede llegar a enloquecer si no haces nada mientras suspiro y escribo para que el tiempo avance mi pensamiento vuela y mi cuerpo descansa.
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